La Semana Santa en Corongo, además de su importancia religiosa tiene un valor turístico potencial, no aprovechado, pues hay varios atractivos que pueden ser muy bien apreciados por los visitantes, de los cuales nos ocuparemos más adelante. En contraste a todo ello, o quizá para otros complementándolo, se produce en el Domingo Ramos una actividad judista (por Judas) que bien puede ser considerada delincuencial.
Judista por que según los ejecutores de esta actividad representan las actividades de Judas, el que entregó a Jesús a los judíos, y debido ello exhiben un muñeco sentado en una mesa, que representa a Judas administrando la actividad delincuencial.
Delincuencial, porque en la madrugada extraen alimentos de las chacras y se llevan los animales que encuentren para ser vendidos o pedir rescate desde el alba en la plaza de armas de Corongo, bajo la supervisión del supuesto Judas. Venden col, habas, entre otros, y no entregan vuelto. En toda la plaza muestran los animales secuestrados, como se pueden ver en las fotos, burros, terneros, vacas, toros y chanchos, los cuales son devueltos a sus dueños previo pago de un rescate. Si no aparecen los dueños, los animales son abandonados en la plaza.
La gente observa y se ríe de las fechorías que son realizadas a la vista de todo el mundo. Luego de la sucia jornada, de pocas horas, con el producto de la actividad delincuencial, los judistas se entregan a la bebida en la misma plaza.
Esta actividad se viene realizando hace muchos años, pero no corresponde a los orígenes ni a la naturaleza de la Semana Santa. ¿Qué hacer con esta actividad judista?. ¿La prohibimos y penalizamos? o ¿la canalizamos bajo condiciones legales de modo que se convierta en un atractivo turístico?. ¿Que opina usted?.