Antecedentes
En la década de los años 40’, el Perú era una sociedad agrícola; los varones del algodón y de la caña de azúcar dominaban la economía y la política desde su bunker del club Nacional y el caciquismo regional ejercía gran poder.
A partir de la década de los 60’, comienzan los cambios sociales y económicos más grandes de nuestra historia republicana. Con la sustitución de importaciones durante el primer gobierno de Belaúnde, comenzó la industrialización, básicamente en la línea blanca y ensamblaje de carros; también, generó la gran migración del campo a la ciudad.
A fines de la década de los 60’, tras el golpe de estado de Velasco Alvarado, se inician cambios en la tenencia de la tierra; las haciendas pasan a ser Cooperativas Agrarias de Producción y Sociedades Agrícolas de Interés Social (SAIS), ambas de corta vida, llegando a ser sustituidas (a iniciativa de los beneficiarios) por parcelas agrícolas y comunidades campesinas, respectivamente. Al inicio de esta década, se implementa en la costa y la sierra del país la llamada Revolución Verde mediante el Programa Alianza para el Progreso, que consistía en la educación del campesinado en aspectos de extensión agrícola, crédito agrícola y en el uso de agroquímicos (insecticidas, herbicidas, fungicidas, abonos químicos y fitohormonas) y de semillas transgénicas, práctica ésta muy cuestionada hoy en día.
Ayer y Hoy
La estructura de la tenencia de la tierra en Corongo, fue y es de pequeños agricultores con algunos medianos. La reforma Agraria expropió sólo la hacienda de Urcón, adjudicada a los beneficiarios como SAIS que, posteriormente, se dividió a favor de varias comunidades Campesinas.
En la década de los años 40’, la economía de Corongo se sustentaba en la ganadería. Los ganaderos adquirían reses en las haciendas de las provincias de Sihuas, Pomabamba y Piscobamba, y los engordaban (invernar) en los alfalfares de la campiña de Corongo, Yupan, Bambas, incluyendo los distritos de Santa rosa, Tauca, Cabana y Llapo de la vecina provincia de Pallasca.
Los pequeños propietarios arrendaban sus parcelas de alfalfa a los ganaderos, por corte (cada 60 días un corte). De esa manera circulaba el dinero, y la economía de Corongo era sana, fuerte y, según archivos existentes, sirvió para educar a sus hijos (Vg.) una señora viuda solventó los estudios de medicina de su hijo. Pero, todo ello llega a su fin en la década de los 50’, debido a dos hechos: la invasión del kikuyo (pasto de origen africano (Kenya) introducido por el ejército peruano, por su rápido adaptación y crecimiento, pero esta gramínea se transformó en mala hierba, matando los alfalfares. Así, sin piso forrajero, no se podía seguir criando en la intensidad que se realizaba y, además, desaparece la administración patriarcal que lo sustentaba.
La agricultura, fundamentalmente de pan llevar, sirvió sólo para autoconsumo. El maíz se sembraba en rotación con la alfalfa; papas, cereales y demás gramos en huapacas de las pachacas.
A Corongo llegó la revolución verde en forma muy tangencial, con algunos intentos de aplicación en el cultivo de papa, e introducción de variados transgénicos en esta y otras especies, (trigo, cebada, habas, alverjas), de otro centro de origen. Lo que se cultiva y se cultivó es una agricultura tradicional (hoy orgánica), aplicando prácticas ancestrales de manejo agronómico (majareo, aplicación de deshechos orgánicos (mayu jotu), rotación de cultivos, preparación de suelos, uso de un calendario agrícola, control manual de malas hierbas.
Cultivo en las huapacas: Las huapacas, son unidades de producción (0.25 Ha. aprox.), perteneciente a una pachaca (sector, repartición). En la zona nor-este existen 8 pachacas, y 8 más en la zona oeste.
Mañana
La actual tendencia mundial hacia un futuro con población mejor alimentada, es cambiar sus hábitos alimenticios a productos orgánicos, y esto exige un desarrollo agrícola en terrenos sin residuos de agroquímicos, uso de abonos orgánicos, control de plagas y enfermedades en base a controladores naturales (bacterias, hongos, virus, repelentes, predadores, parásitos, rotación de cultivos, uso de semillas no transgénicos, etc.). Y estas exigencias para el cambio cualitativo en la alimentación humana, las encontramos en los campos de cultivo de Corongo. Estos campos están, prácticamente, libres de residuos de productos agroquímicos; se tiene agua de muy buena calidad, no está contaminada por residuos de minerales provenientes de las minas, existe tradición agrícola, y es una zona aislada. Todo ello hace posible el desarrollo de una agricultura orgánica que garantiza la alimentación futura de los pueblos.
Sin embargo ¿por qué no se desarrolla esta agricultura en Corongo?, básicamente por falta de liderazgo. Se necesita una organización que promueva el cambio, planifique el desarrollo a mediano y largo plazo, busque nichos de mercado para los productos, logre capital de trabajo, capacite en temas técnicos, mejore la infraestructura productiva y de servicios.
Para concluir, y a modo de sugerencia, el municipio Provincial debe promover el desarrollo de la agricultura orgánica. Y, los técnicos coronguinos desarrollar planes de explotación.
CIP Nº 3772. Capítulo Agrónomos Email : edgardoizaguirre@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario