Imagenes del Cambio de Vara 2008

Este 13 de enero se llevó a cabo el tradicional cambio de vara entre el Juez de Aguas saliente, Carlos Valderrama Bocanegra, y el Juez de Aguas, entrante, Pedro Lucio Sánchez Vergaray. Como es habitual, la fiesta y los diferentes actos se desarrollaron en el local institucional de la Hermandad San Pedro de Corongo, el cual para esta ocasión mostró un nuevo rostro, sin duda más acogedor, tras el pintado total de sus instalaciones y la utilización de apropiados toldos.

A las 11,30 a.m. se inició la misa a cargo del párroco de la Iglesia San Lázaro, Luís Valderrama. Al finalizar la misa se bendijeron los presentes, polos y San Pedritos, cortesía de los jueces de aguas para sus respectivos campos y cabecillas; y, se realizó la ceremonia de Cambio de Vara, en el que el Juez de Aguas saliente hizo entrega de la vara al Juez de Aguas entrante, deseándole éxito y sabiduría para salir adelante con la bendición de San Pedro. A su turno, el Juez de Aguas entrante juramentó ante la Biblia y tomó juramento a sus campos y cabecillas, y manifestó hacer lo posible para cumplir con el cargo que asumía.

Tras las felicitaciones al Juez de Aguas, Lucio Sánchez, y el brindis general, el ex Juez de Aguas, Carlos Valderrama B., hizo su ingreso de despedida, acompañado de sus campos y cabecillas, bajo el acompañamiento musical de la Banda Orquesta la Gran Sociedad. A continuación se sirvió el almuerzo para toda la concurrencia, cortesía de los devotos del 2008.

Posteriormente, ya puestos el clásico polo banco-guinda, ingresan al local el Juez de Aguas, Lucio Sánchez, con sus campos y cabecillas bailando al compás de la Banda Orquesta Expresión de San Isidro, con lo cual se da inicio al baile general de los coronguinos.

Alrededor de las 5 p.m., el grupo Danza Guerrera de San Isidro Corongo-Áncash, se hizo presente con los panatahuas, quienes bailaron y deleitaron al público asistente, como se podrá observar en las imágenes siguientes. También se hizo presente el Centro Musical Corongo, quienes tuvieron la amabilidad de presentar la estampa coronguina de la navidad, correctamente vestidos con el vestuario apropiado, con sus reyes magos, ángeles, diablo y negritos.