Las Mayoralas. Las mayoralas preparan la chicha que será invitada al iniciarse las festividades, las 4 macetas, y se encargan de cargar el anda al templo y durante el recorrido de la procesión del día 14.
La Feria Agropecuaria y Artesanal. Antes de la fiesta se lleva a cabo una feria agropecuaria y artesanal en el campo de Santa Beatriz. La instalación y distribución de los expositores locales y distritales se hace bajo el criterio de la comisión organizadora. Un jurado especial realiza la calificación de los productos agrícolas, ganado vacuno, lanar, cabrío y porcino. Esta calificación permite la entrega de premios y diplomas.
A la hora del alba los veintiún camaretazos despiertan a la población, anunciando la víspera de la fiesta. Los Devotos reciben a los invitados en su domicilio para el banquete. A las 10 de la mañana los invitados llegan a la casa del Devoto y cuando el número ya es considerable, salen para la recepción de la banda de músicos, a las afueras de la ciudad. Luego al paso de marchas antiguas se dirigen a la casa del Devoto, donde la banda será agasajada e inicia el ensayo de la tonada, que el compositor da en música y letra. A mediodía se estrena la tonada recorriendo las calles tradicionales.
A las 3 de la tarde, los Devotos e invitados nuevamente salen a la Plaza, con la finalidad de exhibir los enjalmes, cintas, trofeos y premios; que la juventud porta. La banda sigue el paseo interpretando la tonada. A las 4 p.m., los Devotos visitan la casa del Mayordomo, quien custodia la sagrada imagen. Acto seguido las parejas toman los champarás para dar inicio al Rompimiento. Al son de la tonada las parejas tomados del brazo recorren por las calles y reingresan a la Plaza, donde el baile se centraliza.
Al anochecer las campanas de la iglesia invitan a la Misa de Vísperas. Los Devotos e invitados se dirigen al templo a eso de las 8 de la noche. En la homilía recuerda el sacrificio de Jesús en la Cruz y destaca que éste 'madero se santifica y se convierte en símbolo de la cristiandad. Terminada la Misa, la Plaza de Armas luce llena de gente para disfrutar de la quema de fuegos artificiales. Al son de la danza del Huachina toro las parejas bailan con las ruedas en manos, luego ingresa la vaca loca haciendo desmanes con su cohetería, finalmente se enciende el castillo. Luego la fiesta continuará en la casa del Devoto hasta muy tarde, bailando huaynos interpretados por la banda.
A las 5 de la mañana con la quema de cohetes se anuncia el baile del Alba. Las parejas se juntan y al son de la tonada avanzan hacia la Plaza. Luego la banda reinicia el baile al son de la tonada y dan una vuelta por el perímetro de la plaza. Cuando el sol brilla por las alturas de Callahuaca retornan a la casa del Devoto para servirse el desayuno.
Un almuerzo tradicional es ofrecido por los Devotos. Se sirve el cóctel, la entrada, el segundo y se finaliza con el postre. Los panecitos, la chicha, el vino y la cerveza son servidos en abundancia. A partir de las tres de la tarde los jinetes (todos varones) se hacen presente a los alrededores de la casa de los Devotos. Otros se pasean con sus caballos de paso por la plaza. Ellos están ataviados con sombrero de paja, poncho blanco y las alforjas con caramelos. Los devotos e invitados se dirigen bailando hacia Cochapampa donde una buena concurrencia espera ansiosa por el concurso y carrera de cintas.
Los Comisarios de toros y los peones arreglan el toril. El andamiaje de madera para los espectadores es preparado por un contratista y sus peones. Cerca de las 10 de la mañana los Devotos e invitados se dirigen al cementerio para ofrecer una Romería a los Devotos difuntos. Los colaboradores de la fiesta son agasajados con un almuerzo en casa de los Devotos.
En la tarde las amazonas se reúnen en casa de los Devotos. Señoras y señoritas con sombrero de jipijapa y poncho blanco con sus caballos de paso se dirigen a Cochapampa, para el respectivo concurso de caballo de paso y la carrera de cintas. Esta es una réplica femenina de la tarde anterior.
16 DE SETIEMBRE
En las primeras horas de la mañana los comisarios, con ayuda de peones proceden al encierro de los bravos toros en el toril. A partir de las 9 de la mañana se realiza la pelea de gallos, con la participación de varios galpones de Corongo y de otros lugares, en el Colegio San Pedro o Club Champará.La entrada se cobra a precios muy populares. Las apuestas son bastante grandes y los animales son de muy buena calidad, por lo que ya tiene una reconocida fama en la afición regional.
DÍA 17: ÚLTIMO DÍA
Se realiza la segunda jornada gallística, con la asistencia de la comitiva, comisarios e invitados. Luego de terminada la corrida, el retorno a la ciudad marca el final de la fiesta de setiembre. Todas las parejas bailan con mucha alegría en la plaza a los acordes de la banda de músicos, terminando en la casa de los Devotos, despidiéndose hasta el próximo año.
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